Por segunda vez, una creación del gigante asiático encabeza la lista de los supercomputadores más potentes del mundo. Así es, con Sunway TaihuLight china se encuentra una vez más en el “top” de este año con un equipo fabricado completamente con procesadores diseñados y producidos en China por el Centro Nacional Chino de Investigación en Computación Paralela, Ingeniería y Tecnología.
Este hecho, demuestra el avance del poderío digital del país asiático en su carrera para vencer la dependencia de tecnologías importadas, quien en esta ocasión con procesadores ShenWei acumulando más de 10 millones de núcleos, sorprende al mundo con el Sunway TaihuLight que es tres veces más potente que la anterior máquina más rápida del mundo, la Tianhe-2, también un supercomputador chino, pero que usaba procesadores del fabricante estadounidense Intel.
La potencia del Sunway TaihuLight le permite realizar cálculos a razón de 93 petaflops por segundo. En otras palabras, cuando funciona al tope de sus capacidades, puede hacer 93.000 billones de operaciones en ese tiempo y ocupa una superficie de 25 centímetros cuadrados. La capacidad del sistema equivale a que los cálculos que efectúa en 60 segundos demandarían 7,200 millones de personas usando calculadoras durante 32 años, o dos millones de computadoras de escritorio trabajando durante un minuto.
Desde la creación del escalafón Top500, por primera vez China se consolida con más supercomputadores que los Estados Unidos en esta lista, que según su último informe, muestra a China con un total de 167 supercomputadores, un número impresionante y que definitivamente la coloca en la cima de este ranking.
Se cree que esta supermáquina será empleada principalmente para trazar modelos predictivos en el ámbito climático. Los cálculos tanto de este sistema como de su antecesor Tianhe-2 se han usado para pronósticos meteorológicos con exactitud de nueve kilómetros cuadrados.
Sin embargo, se piensa que sus aplicaciones podrían extenderse a los campos de la ingeniería, la investigación y la construcción de modelos de sistemas terrestres. También podría ser usada en el diseño de sistemas de armas nucleares y análisis de operaciones de exploración y explotación petrolera.